viernes, 22 de octubre de 2010

Polvo eres

(La tinta y la paranoia hicieron un pacto...a Pilar Bernal, a mi padre y a mi padrino)

El Lobo estepario

“Polvo eres y en polvo te convertirás” rezan los adagios del clero que, sin quererlo, minimizan la estancia terrenal como un mero periodo de transición entre el dogma y la biología moderna.
Las palabras sólo anticipan un adiós comprometido que nadie quiere pronunciar, visto en el horizonte como penumbra. La ley mordaza se hace presente cuando se necesita hablar de muerte y la ley de la indiferencia aparece cuando se habla de vida.
Uno quisiera que la vida y la muerte fueran antagónicas, el bien y el mal, el ying y el yang, pero son gemelas idénticas que con ironía son tratadas de forma distinta aunque en el fondo no pueden liberarse del lazo de las une.
Nadie habla de vida porque la creen un accidente del que todos merecen sus beneficios
Nadie habla de muerte por el temor de no saber qué esconde en la pantaleta para el alma virginal que desconoce lo que hay en el otro lado, dolor o placer, ilusión o desilusión.
Ambas están presentes y atormentan con dudas al transeúnte común. De las dos se sabe poco aunque se cree conocer demasiado.
Se cree vivir, se niega morir.
Se sigue la enseñanza de la mosca para vomitar todo y que el ácido que se forma permita comerse al mundo en esta o en la otra vida ya cuando es porquería.
Hoy otra persona más conoce a una de las hermanas incestuosas y abandona a la primera.
Sólo conviví con ella pocas veces, (cuando mucho cruzábamos palabras), y aún así no entiendo por qué impacto tanto su partida, será porque sólo un lustro nos ubicó en distintas enseñanzas o porque era el comodín que completaba la tercia de ases con la que perdí el juego. Murió mi padre…murió el anciano…murió la aprendiz.
Tengo ganas de escapar por mis ojos en honor a la muerte, no por existir sino por su necedad de guardar el secreto que protege.
Me pregunto si el momento es propicio para llorar y en dado caso ¿por quién hacerlo?
¿Por mi padre que pereció a manos del complot entre el alcohol y la irresponsabilidad de los cobardes?
¿Por el abuelo espurio que agotó su cuerpo y padeció mi olvido?
¿Por aquella semidesconocida por la que ahora todos piden piedad?
Resignación…para quién y por qué; el lamento es ahora por la vida ignorada, por lo que no se dijo, por la espalda vuelta al mañana.
Recuerdo…por cuánto tiempo, si para todos aquellos que fuimos ajenos el camino hacia la muerte sigue y el endeble puente de la vida otra vez parece dejar de importar
La vida y la muerte nuevamente se desnudan y se aparean como animales en celo.
El polvo llega y nuevamente se mete en la garganta para ser rechazado y escupido con la saliva que ya es inservible.
El polvo que fue alguien y en el que – según el ritual de la esperanza- todos volveremos a ser.
Polvo eres… y en polvo te convertirás.