sábado, 12 de febrero de 2011

Oda a la mediocridad

El círculo por fin se cierra con la partida de Blanca Alcalá Ruiz del gobierno municipal, con el cual se consolidan los cambios por los que votaron los poblanos a mediados del año pasado.
Alcalá Ruiz se va con un fuerte posicionamiento entre diferentes grupos de la sociedad al haberse blindado políticamente, explotando la misma característica por la que se victimizó a lo largo de tres años: ser mujer.
Incluso en su discurso del adiós insistió en el punto, señalando que ella, al igual que otras mujeres, se enfrentó a machismos soterrados y que para una mujer siempre es más difícil trascender porque si se hacen las cosas bien se asegura que fue suerte y si se hace algo mal, el señalamiento es constante.
Tanto vendió el discurso que muchos se lo compraron, principalmente las mujeres que están convencidas de esta realidad y que en sus comunidades de subdesarrollo sí padecen el flagelo de la involución.
Pero hoy Alcalá no puede hablar de que fue el machismo el que provocó que su gobierno fuera tan mediocre…al contrario, el ala opuesta, su feminismo, fue el que la salvó.
¿Porqué Blanca Alcalá, a diferencia de Luis Paredes, no fue quemada en leña verde por entregar un contrato de 150 millones de pesos a una empresa por el servicio de alumbrado? El contrato de la concesión que ejecutó el exedil panista para el mismo servicio era por similar monto y en el caso del comerciante se aseguró que era un abusivo…¿y Blanca?
¿Acaso se tiene hoy en día un mejor servicio de alumbrado?¿sirvió de algo un gasto tan oneroso?
Pero hay más
Alcalá ciertamente cambió la imagen del Centro Histórico pero se quedó en el fachadismo al no poder implementar una estrategia que diera vida al primer cuadro de la ciudad. Baste preguntar a los comerciantes de la zona si hay una nueva dinámica que les permita incrementar sus ventas y observar más vida en el lugar.
Y es que en el gran proyecto, además de todo, se eliminaron cientos de cajones para estacionarse, lo cual hipotéticamente sería bueno para disminuir el flujo vehicular en esta parte de la ciudad si existiera un sistema de transporte masivo eficiente que transitara por ahí, como ha sucedido en las grandes urbes...no fue así.
Aquí todo se quedó a la mitad. Lo peor es que pese a la promesa de control de franeleros,estos siguieron como propietarios de las calles en los reducidos lugares que quedaron para el automovilista común.
La venta de su imagen “Candy , candy” la salvó de nuevo.
qué hubiera pasado si hace tres años hubiera tomado protesta Antonio Sánchez Díaz de Rivera y a estas alturas entregara las mismas cuentas que Alcalá Ruiz. No se necesita ser un genio para saber que se encontraría enterrado en la opinión pública por ser un gobierno de retórica pero nulos resultados.
Alcalá se defiende señalando que en su administración las cosas se hicieron de manera diferente aunque en realidad lo que exhibe es que fue una excelente publirrelacionista pero una pésima autoridad.
En su último informe no pudo demostrar lo contrario al hablar de muchos “estudios” pero sin poder mencionar grandes obras o alguna que cambiara la cara de la ciudad.
Alcalá habló de lo poco que hizo pero olvidó mencionar los resultados de “austeridad” que prometió, principalmente cuando la crisis económica estaba en su apogeo. Cómo hacerlo si quedó demostrado que el gobiernoincrementó el gasto corriente y tuvo excesos injustificados en el pago de contratos para asesorías.
No dijo nada de los más de 80 millones de pesos entregados en contratos a la empresa Gruconst, de Aristeo Reyes, colocándola como la segunda empresa consentida del municipio sin mayor justificación que el apoyo que recibió del empresario durante campaña.
No mencionó los juicios perdidos ante particulares que dejaron millonarios pagos por liquidar
No habló del fracaso que resultó la concesión del servicio del rastro municipal
No habló de la mentira que fue el asegurar que a estas alturas Chiltepeque estaría generando energía eléctrica
Habló de su logro de retirar ambulantes del Centro Histórico pero no habló del hecho de que sólo trasladó el problema del comercio informal a otras partes de la ciudad como la Unidad Habitacional La Margarita o Loma Bella en donde los ambulantes ya hasta marcados tienen sus lugares en la acera e incluso en la zona de tránsito vehicular.
Pero Alcalá sigue siendo aceptada por muchos como la novia que te trata mal pero que se le perdona todo ante sus “lágrimas de cocodrilo” su tono dulzón y hostigoso.
¡Qué pena tener una sociedad tan conformista!
“Sin duda” el fin llegó
Ya no hay más plazos para “analizar”
Ya no hay más oportunidades de regresar favores políticos a constructores entregando al por mayor contratos de obra para responder al apoyo recibido durante campaña
Ya no hay oportunidad de conseguirle “chamba” al novio de su hija, colocándolo en puestos en el municipio sólo para consentir a la “Baby Alcalá”
Ya no más llamados a los “chicoooos”
Ya no más oportunidades de tener a la gente esperando por horas bajo los rayos inclementes del sol
Adiós a la chica “Ken Lee” que quiso ganar siendo una imitadora mal preparada para el cargo
Adiós a “Maruja” que se enojó con su propio eco al no poder comprender que ella era la que debía gobernar.
Adiós a Alcalá, la primera mujer en la presidencia municipal, que hasta el final exigió más espacios para las mujeres pero que al tener un cargo de importancia demostró que no pudo con el paquete, no por ser mujer, sino por ser poco ocupada en cumplir más que en su lucimiento personal.
Gracias por dejarnos una Puebla “Jodida… a tiempo”
¡Oda a la mediocridad!

miércoles, 9 de febrero de 2011

El último adios de Doña Blanca


Pasando de la felicidad, al enojo y posteriormente a las lágrimas, Blanca Alcalá Ruiz presentó su último informe de labores en el que aseguró que deja un municipio con tranquilidad social, orden político y con un ambiente de paz. También lanzó un mensaje directo al priísmo al que invitó a superar la derrota electoral y hacer un buen trabajo desde la oposición.

Vulnerable felicidad

Alcalá Ruiz, la primera mujer que encabezó la presidencia del municipio de Puebla, llegó a las 11 horas vistiendo un traje sastre blanco y con la sonrisa de quien sabe que es su momento para ser aplaudida y celebrada. Hizo su triunfal entrada a la sede de tercer informe de labores, saludando a las autoridades que asistieron al protocolo y caminando entre vecinos de colonias diversas meticulosamente seleccionados para lanzar porras de agradecimiento a la edil.
La pasarela se mostró idónea incluso para las pequeñas vendettas contra aquellos que durante sus tres años de gobierno le hicieron de menos. El caso más específico, el de Mario Marín Torres, ex gobernador de Puebla, a quien la munícipe saludó de manera fría con un forzado beso a la mejilla mientras el “gober precioso” le sonreía como nunca lo hizo cuando ambos eran autoridades.
Lejos quedó el recuerdo del segundo informe de trabajo de la alcaldesa, cuando Marín Torres hizo uso de la palabra para señalar los logros que él tuvo en la ciudad sin importarle que la fiesta fuera de alguien más. Ahora era el turno de Alcalá para mostrarse sutilmente displicente al abrazar a otros personajes de la política y tomarse fotos con ellos justo frente a Marín Torres, quien esperaba recibir un poco más de atención de aquella a quien públicamente señaló como “una gran mujer” y en lo privado bloqueó el camino para evitar que fuera la candidata del PRI al gobierno del estado.
La diplomacia salvó a Marín de recibir un reproche público pues a pesar de que en su speach original Alcalá no lo contemplaba, finalmente en su mensaje agradeció al otrora mandatario con un tono de compromiso. ¡Quien a hierro mata, a hierro muere!
La algarabía seguía en medio de una ola de aplausos, la edil inició la sesión de cabildo en la que hablaría de los logros de su trienio declarando un receso a las 11:23 para que una comisión recibiera a las autoridades estatales y judiciales.

El blanco enojo

¡Ya llegó Moreno Valle! Expresaron algunos de los presentes… pero al final no fue así. Como representante del poder ejecutivo llegó Fernando Manzanilla Prieto, Secretario de Gobernación.
El rostro de Alcalá se transformó, frunció el seño por varios minutos, manteniéndolo incluso al iniciar su discurso.
Su gesto “cándido” en esta ocasión fue adusto; no logró ocultar su enfado ante el aparente desplante del nuevo gobernador, quien no llegó a su último gran evento. De nada sirvió que por primera vez en el trienio cumpliera la palabra inscrita en el slogan con el que arrancó su gobierno de tener una “capital, a tiempo” arribando a la hora exacta al centro de convenciones Wiliam O. Jenkins, donde rendiría su último informe de labores.
Poco a poco, la munícipe recordó que ella era el centro de atención y comenzó a enfocarse en su ensayado discurso en el que se habló de lo que se hizo y se olvidó lo que prometió y al final no realizó.
Como era de esperarse no tardó en llegar el discurso feminista cuando refirió enfática: “pertenezco a una generación de mujeres que en medio de dificultades, en ocasiones de machismos soterrados, de autoritarismos precarios, vamos haciendo camino al andar, ocupando los espacios y los lugares que por derecho propio nos corresponden”.
Aseguró que hizo todo lo posible para cumplir con los compromisos contraídos cuando fue candidata al gobierno municipal. “Espero, y lo digo con plena conciencia, haber cumplido esos compromisos. Dejo una ciudad con tranquilidad social, orden político y con un ambiente de paz. Entrego un municipio gobernable, instituciones sólidas y un clima propicio para el ejercicio de las libertades democráticas”, dijo.
En cuanto a su desempeño dijo que ofreció una visión realista y responsable al establecer programas y proyectos “viables” que dieron certidumbre económica, solvencia social, sustentabilidad en el desarrollo urbano y efectividad gubernamental.
En los últimos minutos del discurso las porras de los llamaos “acarreados” crecieron entre frase y frase de la edil. Un “sí se pudo” entre la gente la motivó a secundar la frase al asegurar que en temas como el de seguridad se logró dejar una ciudad más protegida.

El mensaje político

El momento era propicio para el mensaje político, pero su contenido tomó por sorpresa a propios y a extraños. Y es que no lo aprovechó para retar al nuevo gobierno, sino para pedir a su partido, el PRI, madurez para saber ser oposición.
“A mis correligionarios priistas, les sugiero con el debido respeto tener sensibilidad para escuchar el silencio de la derrota y aceptarla con dignidad, de una vez por todas, porque sin dignidad la derrota es opaca, busca refugio en las engañosas justificaciones”, espetó.
Señaló que se debe hacer de la derrota un triunfo de la política y dejar de mirar el pasado con resentimiento, pues sólo divide, debilita y oprime la esperanza.
Manifestó que la derrota enseña a reconocerse en el vencedor y a entender que no hay victoria absoluta ni derrota total, pues en una democracia ni siempre se gana, ni siempre se gana todo.

El llanto

“Comienza siempre llorando y así llorando se acaba”, frase de una canción que al final del informe parecía idónea en el adiós de la alcaldesa.
Al igual que al tomar protesta Alcalá Ruiz lloró.
No lo hizo como José López Portillo al asegurar que defendería el peso como un perro
No lo hizo como Marín quien derramó su llanto al grito de ¡Viva Puebla!
No lo hizo al hablar de la pobreza, de las obras inconclusas o de la situación en la que está la ciudadanía.
Alcalá lloró al referirse a sus hijos, a quienes señaló con voz entrecortada y lágrimas en los ojos: “hijos, mi madre me enseñó - y confió en que yo se los haya trasmitido-que el éxito no depende ni de la fama, ni de las relaciones públicas, sino del trabajo arduo, disciplina y congruencia”, dijo y enjugó las lágrimas.
El mensaje para muchos causó una sonrisa irónica, pues la edil pareció olvidar el respaldo que brindó a su futuro yerno Edgar Chumacero para mantenerlo en la función pública sin mayor justificación, luego de que perdiera las elecciones para ocupar una diputación.
Alcalá añadió un mensaje para su esposo: “Eduardo, tu comprensión ha sido la fortaleza en mis determinaciones”.
Del trabajo realizado no tuvo mucho que decir en concreto, sólo aseguró que se gobernó de manera distinta, priorizando el diálogo sobre el uso de la fuerza pública, y que logró cumplir en los cinco ejes trazados en su Plan Municipal de Desarrollo (Desarrollo Social Incluyente, Desarrollo Económico, Turismo y Competitividad, Desarrollo Urbano Sustentable y Servicios Públicos, Ciudad Segura y Gobernanza, Innovación y Transparencia).
Enfatizó como logros la mejora del equipamiento en los cuerpos policiacos, las obras hechas en el centro histórico, la reubicación de ambulantes, el otorgamiento de créditos y apoyos a pequeños empresarios y mujeres, la aplicación de programas sociales para dar más oportunidades en educación y salud, la construcción del mercado gastronómico, el rescate del Parque de Chapulco, los trabajos en el Paseo Bravo y algunas vialidades y puentes vehiculares como el de la 14 sur y la 39 oriente.
Aún cuando le restan días para terminar el trienio, Alcalá adelantó su mensaje de partida anunciando que seguirá trabajando por Puebla desde la trinchera ciudadana. “Desde la moderación y la sensatez de una política profesional, desde el compromiso social estaré actuando todos los días en favor de Puebla. Lo haré para ocuparme de la angustia de aquellos que no encuentran empleo. De la incertidumbre de quienes temen perderlo. De quienes luchan en la adversidad para mantener vivas sus pequeñas empresas”, dijo.
“Sólo le faltó decir que quiere el senado” se escuchó entre las voces anónimas del tumulto que poco a poco comenzó a dispersarse.