lunes, 21 de abril de 2008

lluvia de palabras


Uno nunca sabe cómo iniciar, el plagio siempre es una buen opción.


Daré entonces gracias a la muerte por su olor a reto; a mi niño -prestado en un suspiro - por regalarme una sonrisa que permita engañar al hoy que es el pleonasmo del cuerpo que forma la sombra que quise ser... a su madre por ser la primera inspiración de que la batalla más grande es contra la infamia del maniqueismo...a esa desconocida que se apareció como la brisa para drogarme con vibra externa, combinación de ímpetu, ilusión y romanticismo puro (además de nombre raro)... para toda esa irrealidad el regalo del sentimiento indomable en las palabras del cubano Silvio Rodríguez

Comienza el plagio
"Tú me recuerdas el prado de los soñadores
El muro que nos separa del mar, si es de noche
Tú me recuerdas sentada, ciertos sentimientos
Qué nunca se sabe que traen en las alas
Si vivos o muertos, si vivos o muertos
Me quito el rostro y lo doblo encima del pantalón
Si no he de decir tu nombre, si ajeno se esconde
No quiero expresión
Suelen mis ojos tener como impresos sus sueños,risueños
Tú me recuerdas las calles de La Habana Vieja
La Catedral sumergida en su baño de tejasTú me recuerdas las cosas, no se, las ventanas
Donde los cantores nocturnos cantabanAmor a La Habana, amor a La Habana
Esto no es una elegía, ni es un romance, ni un verso
Más bien una acción de graciasPor darle a mis ansias razón para un beso
Una modesta corona encontrada en la aurora
Tú me recuerdas el mundo de un adolescente
Un seminiño asustado, mirando a la gente
Un ángel interrogado, un sueño acostado
La maldición, la blasfemia de un continenteY un poco de muerte, y un poco de muerte"

1 comentario:

.: Quién soy :. dijo...

Que onda mi querido Erick, ya andamos leyendo tu blog del diario. Voy a ir comentando y evaluando tu blog y tu mas cercana competencia www.soygay.blogspot.com, reconozco que los blogs gay hoy en día no tienen mucha demanda, y tu has decidido salir del closet, así que como son tolerante, no me queda mas que apoyarte.

Ya, en serio, te ando leyendo.